
- Redacción Ibarra
El verde intenso de las montañas de la parroquia Buenos Aires de Urcuquí, contrasta con las huellas de destrucción que deja la explotación minera. Allí, en lo profundo de Imbabura, el Ejército Ecuatoriano ejecutó uno de los operativos más contundentes de los últimos meses contra esta actividad, dejando al descubierto el poder económico y logístico de estas mafias.
El despliegue de los uniformados golpeó directamente a las estructuras clandestinas. Los uniformados destruyeron 10 procesadoras tipo chancha, 12 chancadoras, 71 cambuches, 47 motores de luz, 21 motosierras, 29 taladros, 32 rotomartillos, 36 tanques de gas y 13 bombas de agua. También se incautaron 1531 sacos de material aurífero, 630 galones de combustible, sacos de carbón y cianuro, armas, explosivos y hasta uniformes de las Fuerzas Armadas colombianas.
“Hemos dado un golpe económico estimado en más de 3,5 millones de dólares a las estructuras que financian la minería ilegal. Esta operación es parte de nuestro compromiso permanente con la seguridad de la frontera norte y la protección del medioambiente”, afirmó Milton Santillán, comandante del Batallón de Infantería Motorizado N.°39 Mayor Galo Molina, quien dirigió una de las columnas militares que ingresó al sector.
La operación se extendió por varias horas, bajo condiciones extremas, en medio de trochas fangosas y pendientes agrestes. Allí, los soldados encontraron también puestos de observación con nidos de ametralladora y material bélico. Para el teniente coronel Cristian Ruales, comandante del Grupo de Caballería Mecanizada N.°36 Yaguachi, este hallazgo revela un riesgo adicional.
“No hablamos solo de minería ilegal, hablamos de estructuras con armamento y logística propia. Nuestra misión es clara: desarticularlas y garantizar la paz en la zona”.
El Ejército anunció que mantendrá su presencia permanente en el sector, para evitar la reactivación de los campamentos.
